lunes, 18 de febrero de 2008

Diario de un escribidor (Día 39)



Sigo de niñero de mis sobrinitas. Ya odio discovery kids (te mataré barny) y hoy descubrí que a la más grande (3) le gusta escuchar a "Árbol" (hasta se sabe las canciones de memoria).


No sé por qué dejé de lado "Los ríos profundos" (leí las primeras páginas y no me dieron ganas de seguir, no sé) y largué con "Diario de la guerra del cerdo", de Adolfo Bioy Casares. Voy por la mitad, hasta ahora muy bueno.


No tengo más para decir. Tranquilamente, hoy podría robarle estas palabras a Fernando Pessoa: “En estas impresiones sin nexo, ni deseo de nexo, narro indiferentemente mi autobiografía sin hechos, mi historia sin vida. Son mis confesiones y si en ellas nada digo, es que nada tengo que decir”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo odio lazy town, ese niña del pelo rosado merece que la metan debajo de la rueda de un Scania, Sportakus no se pasa de anfeta?, dato para el confer

Matias dijo...

Aca en casa también estamos con visitas menores de edad (bah, menores de 8 años, asi que supongo que son de menorisima edad o algo asi). Agradece (bah, espero que no te este pasando) que no esten bailando la coreografía de "las divinas". Algun grupo revolucionario debería raptar a Cris Morena y tirarla al riachuelo. Previa tortura, por supuesto, para devolverle el favor. Saludos