Sin título

juan manuel díaz pas

estoy cansado, es verdad. lo mismo sigo en pie. dicen: cerrá la boca. dicen: quedáte en el molde. la cosa es así: me levanto a la mañana, cerca del mediodía, no es cuestión de hacerse el otro, como dicen los yutos, y abro los ojos a un sol primaveral exagerado. cerca mío late otro corazón que no sé de quién. abro la luz. canal todo noticias: juicio a VON WERNICH. estricta ficción, nadie sabe qué decir ni cómo defenderse. mediodía: un pedazo de lechuga, estrictas ganas de morfar un bife de chorizo. todo funciona así, de manera estricta. a la tarde clases en la unsa en medio de los taraditos que abren el pico y no dicen nada: designación de la nada: cariopa. cariopas, les digo, pero no me responden. me quedo en el molde detrás de un par de insultos mal habidos o bien habidos pero mal recibidos. se acerca el veredicto. a lo mejor perpetua, desean todos los concientes sociales antes de las piñas. colgados del cable se quedan a mirar el tiempo pasado. no adelanta señora, señor, no adelanta nada, el tiempo sigue yendo para atrás. por la tarde llego a casa y me banco el agua fría en el cuerpo, el jugo de pomelo puro en las venas (homenaje al puro), la baja presión de los tuétanos. no sé qué vas a decir de mí ahora, pienso al salir a cobrar un laburo triste de cien mangos que no durará las veinticuatro horas de la vida diaria. llego al centro. camino unos pasos y ahí la veo: reluciente, mira y no dice nada: la puerta de la asociación que me salvará la vida, gran betaña (esto lo dijo clau). digo que no sé por qué estoy acá ni por qué me sigo quedando. von wernich está siendo juzgado en la plata: cuento los kilómetros y dan más de mil. estoy tan lejos. me dicen los especialistas que nunca me curaré. mensaje de texto a las seis de la tarde, acerca del corazón de la mañana: creí que íbamos a hablar y te pusiste a roncar. sonrío y respondo: ja. silencio sepulcral del otro lado de un amor mal entendido. juego a ser un rehabilitado con la mina escuálida que me interroga. ella dice, dictamina en verdad: nada de nada, ni birras ni faso ni juego sucio. tres pautas hay en la vida: no manejar dinero, no salir solo, no consumir. respondo con la mente (ella no sabe leerla): tengo dos mangos para el bondi, salgo con quien quiero y consumo a más no poder la vida desde que me di cuenta de que soy libre. ella dice, dictamina en verdad o en nombre de la verdad: no estás colaborando con el tratamiento y de inmediato anota en su cuaderno: no predispuesto junto a un signo (-), as loco, entre paréntesis. callo mi boca de sandeces mayores y digo chau. me tomo el palo. a mi lado el recíproco pepe con su legendaria camiseta 9 de river. el enzo chocho. nos vamos. seis birras después, terminamos discutiendo el sistema de parentesco de la comunidad wichí (aguante la clau). nos quedamos callados y en algún momento alguien se va, luego el otro. en algún momento von wernich pasará el resto de su vida tras las rejas, sin chaleco antibalas, sin chaleco de fuerza. alguien se va, eso ya lo sé, y manaña abrirá otra vez la luz, será otro día. esto era la noche.