Bla, bla, bla al bla, bla, bla... y sigue Romina Chavo días y , ahora, Miguel Brizuela desviándose amigablemente del centro de la discusión; filosofan, citan, vuelven a sus horas de estudiante para cobrar rencores ajenos y omiten lo que desde aquí se denuncia: la precariedad laboral del trabajador de prensa y la formula algorítmica que dará "mucho prestigio a un bajo costo". Una ganga para Sergio Poma y todos los empresario de la información.
Estimada Romina Chávez Díaz: He leído los artículos en los que cree que defiende la prensa independiente y para ello incurre en el argumento ad hominen de atacar a Ricardo Javier Lopez. Srta Romina, si mal no recuerdo Ud. fue mi alumna, pero como verá no ha dejado mucho en mi memoria, en cambio del sr. López tengo un buen recuerdo. Es más, puedo decir que tuve el honor de tener un estudiante como ese. Un muchacho pobre, sufrido, estudioso, humilde con todo su bagaje de conocimientos y que durante años trabajó en forma grauita para FM UNSa como pionero en la tarea de difundir la labor de las cátedras a través de una banda FM. Si Ud. revisa los archivos de FM Uiversidad se enterará de un programa llamado "AL otro lado de la pluma" que tenía la voz de Ricardo Javier López entre otras que hacian al conducción, a pulmón. Si López inició un juicio fue porque lo consideró justo, no porque el deudor no se comulgue con el gobierno lo hace menos deudor, ni tampoco hace al gobierno menos digno. La audición que hace en FM Aries es el resultado de su interés por difundir el tango, una de sus pasiones, lo que no lo convierte en un operador de la propaganda oficialista como Ud. pretende hacerlo parecer. No creo que Ud. sea una mala persona ni que tenga intereses oscuros pero cuando haga una crítica fíjese hacia donde apunta porque hay hombres de la talla de Ricardo Javier López que no se merecen los comentarios que Ud. ha vertido.
Rafael Gutierrez D.N.I. 17 580 244
Estimado profesor:
Sin duda no he dejado mucho en su memoria porque Ud.-cuando yo cursaba Literatura Argentina- solo fue a dar un par de clases. Es todo lo que pude compartir, que entre paréntesis, fue poco.
Sin embargo, me recuerda bastante.
Respeto sus argumentos, pero le advierto que incurre en la falacia ad hominem al pretender descalificarme como lo hace al sugerir que yo fui una alumna porra y López un alumno ejemplar.
Y como un sofista consumado pergeña una suerte de ad hominem inverso: porque López es pobre, esforzado y estudioso entonces tenemos que pensar que todo lo que sostiene es verdadero y limitarnos a aplaudir su punto de vista sin someterlo a un análisis crítico.
Creo, además, que estamos hablando de cosas distintas. Porque usted se refiere a la persona de López, y yo me refiero al trabajo en los medios.
Seguramente es muy loable hacer programas sobre la cultura. No sé si sabrá pero yo estuve casi 4 años en FM UNSa en el programa "El público" y lo hice ad-honorem cuando cursaba el Seminario de Crítica Teatral (2 años) y luego continué para seguir aportando a la cultura.
Con respecto a la pobreza y al sufrimiento, todos lo padecemos. Pero "lo cortés no quita lo valiente". En ningún momento he dicho que el señor López sea operador del oficialismo, pero no pretendamos que sea tan ingenuo que no se dé cuenta para quién trabaja. Que no sabe quién es Mario Ernesto Peña, y que considera un gesto altruista trabajar gratis movido por el amor al arte en su radio. Porque veamos ¿no es mejor ser un inteligente inútil antes que un idiota útil?
Admiro su apoyo al colega, y como lo he señalado, su problemática merece ser discutida para evitar que la pobreza siga haciendo de las suyas en el periodismo y para proponer más equidad que favorezca el trabajo digno y remunerado. Pero ello nos lleva, inevitablemente, al debate sobre el financiamiento de los medios y a la posibilidad de la existencia misma de un periodismo independiente.
Sin duda no he dejado mucho en su memoria porque Ud.-cuando yo cursaba Literatura Argentina- solo fue a dar un par de clases. Es todo lo que pude compartir, que entre paréntesis, fue poco.
Sin embargo, me recuerda bastante.
Respeto sus argumentos, pero le advierto que incurre en la falacia ad hominem al pretender descalificarme como lo hace al sugerir que yo fui una alumna porra y López un alumno ejemplar.
Y como un sofista consumado pergeña una suerte de ad hominem inverso: porque López es pobre, esforzado y estudioso entonces tenemos que pensar que todo lo que sostiene es verdadero y limitarnos a aplaudir su punto de vista sin someterlo a un análisis crítico.
Creo, además, que estamos hablando de cosas distintas. Porque usted se refiere a la persona de López, y yo me refiero al trabajo en los medios.
Seguramente es muy loable hacer programas sobre la cultura. No sé si sabrá pero yo estuve casi 4 años en FM UNSa en el programa "El público" y lo hice ad-honorem cuando cursaba el Seminario de Crítica Teatral (2 años) y luego continué para seguir aportando a la cultura.
Con respecto a la pobreza y al sufrimiento, todos lo padecemos. Pero "lo cortés no quita lo valiente". En ningún momento he dicho que el señor López sea operador del oficialismo, pero no pretendamos que sea tan ingenuo que no se dé cuenta para quién trabaja. Que no sabe quién es Mario Ernesto Peña, y que considera un gesto altruista trabajar gratis movido por el amor al arte en su radio. Porque veamos ¿no es mejor ser un inteligente inútil antes que un idiota útil?
Admiro su apoyo al colega, y como lo he señalado, su problemática merece ser discutida para evitar que la pobreza siga haciendo de las suyas en el periodismo y para proponer más equidad que favorezca el trabajo digno y remunerado. Pero ello nos lleva, inevitablemente, al debate sobre el financiamiento de los medios y a la posibilidad de la existencia misma de un periodismo independiente.
Romina Chávez Díaz
Estimados polemistas:
Estoy de acuerdo con el profesor Gutiérrez en que en una discusión racional el argumento ad hominem es una falacia. Al atacar a la persona no se refuta su afirmación ni se destruye su argumento.
Pero creo que en el plano de la comparación moral es válido y pertinente. No sómos sólo seres pensantes; también tenemos sentimientos y podemos valorar. Cuando decimos "mirá quién habla" o "el muerto se asusta del degollao", por ejemplo, no pretendemos que lo que la persona está diciendo es falso, sino que le estamos diciendo "no pontifiques desde una supuesta superioridad moral, que no la tienes". ¿Se entiende lo que quiero decir?. Espero que sí.
Lo que es el argumento ad hominem me lo enseñaron en la cátedra de Lógica de la carrera de Filosofía de la Unsa. Lo que escribo aquí se me ocurrió a mí.
Con respecto a las discusiones que tenemos habitualmente creo -con Schopenhauer- que muy pocas veces ellas cumplen los requisitos de un diálogo confrontativo racional auténtico. Por lo general tomamos una posición por motivos egoístas, afectivos o ideológicos y luego tratamos de argumentar para defenderla.
Estoy de acuerdo con el profesor Gutiérrez en que en una discusión racional el argumento ad hominem es una falacia. Al atacar a la persona no se refuta su afirmación ni se destruye su argumento.
Pero creo que en el plano de la comparación moral es válido y pertinente. No sómos sólo seres pensantes; también tenemos sentimientos y podemos valorar. Cuando decimos "mirá quién habla" o "el muerto se asusta del degollao", por ejemplo, no pretendemos que lo que la persona está diciendo es falso, sino que le estamos diciendo "no pontifiques desde una supuesta superioridad moral, que no la tienes". ¿Se entiende lo que quiero decir?. Espero que sí.
Lo que es el argumento ad hominem me lo enseñaron en la cátedra de Lógica de la carrera de Filosofía de la Unsa. Lo que escribo aquí se me ocurrió a mí.
Con respecto a las discusiones que tenemos habitualmente creo -con Schopenhauer- que muy pocas veces ellas cumplen los requisitos de un diálogo confrontativo racional auténtico. Por lo general tomamos una posición por motivos egoístas, afectivos o ideológicos y luego tratamos de argumentar para defenderla.
Atentamente,
Miguel Brizuela
1 comentario:
Salta21 habla de periodismo independiente, de Shopenahuer, de Filosofía y ni una línea de explotación del trabajo de periodistas.
Como esquivan su responsabilidad.
Rodrigo
Publicar un comentario