sábado, 7 de abril de 2012

JUAN PAS: MÁS KAMIKAZE QUE NUNCA





Una breve autobiografía: nací en Salta Capital en mayo del 84 del siglo pasado. Casi siempre viví a 300 metros del acceso a mi propia ciudad, en una especie de limbo entre cerros que ha dejado de formar parte del mapa de Salta pero que tampoco alcanza para ser la localidad de Güemes. No hemos hecho por avanzar. Además de estudiante crónico de Letras de la UNSa, soy un desempleado donramonesco desde hace meses. Viví en otras ciudades, sin mucha fortuna. Me tuve que publicar mis propios libros. Ninguno rescatable. Hace mucho que no actualizo el blog elindiegente.blogspot.com, especie de bitácora de idioteces, como todo blog. Me gusta mucho andar en bici, andar, andar, eso debería ser suficiente en mi biografía. Y nadar.


¿Por qué escribís?


Escribo obsesionado con la oportunidad que brinda la escritura de convertirme en un espectro. También porque la literatura nos abre la posibilidad de hacer lugar allí donde uno no cabe.


¿Cuándo empezaste a escribir?


Comencé a escribir una autobiografía a los seis, siete, ocho años. Contenía demasiados detalles inventados. Era un cuaderno Rivadavia azul de 400 hojas y tapa de tela de araña que usé en primero y parte de segundo grado. Lo quemé a los nueve.


¿Qué autores despertaron esta vocación?


¿La de quemar libros?, Kafka, aunque fue una influencia profética, porque a esa edad todavía no lo había leído (y a esta tampoco). La de leer literatura, Borges, para qué vamos a mentir. La de escribir, Daniel Defoe.

¿Qué libros o autores te influenciaron?

Platero y yo seguro que no. Robinson Crusoe, Espectros de Marx, en los últimos tiempos Pedro Juan Gutiérrez, Dublineses, Raúl Dorra, Mario Bellatín, Mario Levrero (sobre todo el de la Trilogía involuntaria).

¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que te gusten? (por qué)

Me gustan mucho Néstor Groppa (difunto cordobes ajujeñado porque trama poemas repletos de detalles urbanos con una cadencia bucólica parecida a la de Juanele Ortiz –uno de mis poetas favoritos); Jacobo Regen, excepto cuando se vuelve elegíaco; Manuel J. Castilla (también debo decir que porque me recuerda a Juanele); Walter Adet (porque fue el primer salteño que leí – de hecho me hizo creer que todos los salteños escribían así de bien, nada más alejado de la realidad- y también porque me hizo conocer a César Vallejo); Jesús “el negro pelo” Ferreira (porque construye una ciudad llena de gente desbandada); Rodrigo España (porque es capaz de revelar una sensibilidad desopilante con la cual me identifico no solo como lector); Federico Leguizamón (quien, a diferencia de Meliza Ortiz, ha buscado cierta renovación aberrante de la literatura “joven” de nuestros pagos que no se identifica con estereotipos aburguesados y conformistas).

¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que te parezcan abiertamente malos? (por qué)

Eduardo Robino (porque escribe unas historias aburridísimas que casi siempre terminan en pseudo epifanías nada complicadas); Carlos Müller (porque escribe poemas “contestatarios” pero los publica en la Secretaría de Cultura); Santiago Sylvester (porque tiene un estilo demasiado árido o, como bien diría Salvador Marinaro, “cerebral”, como maquinarias sin lubricación del cual Reloj biológico es un ejemplo); Juan Manuel Díaz (porque se nota que no le interesa decir nada); después no sé puntualizar nombres pero hay muchos que me aburren a más no poder, no sé si por eso serán malos per se: Juan Víctor Soto, el último libro de Carlos H. Aparicio, Ácido de Acebo, la obra completa de Rubens Agüero. Creo que el peor delito de las letras salteñas es precisamente ser demasiado salteñas: solemnes, respetuosas del status quo.

¿Te llevó mucho tiempo escribir tu primer libro?

Me llevó un par de meses, era de poemas y jamás nadie lo leyó, se llamaba algo así como El fuego imperdonable (quizá un recuerdo de la autobiogrfía), tenía como 200 textos horripilantes apilados en el dorso de votos de López Murphy (mi viejo creía que ese esperpento podía ser presidente, yo nada que ver, solo recibí el papel como una oportunidad de escrachar mis palabras).

¿Alguna vez pensaste en no ser escritor? De no ser escritor qué te gustaría ser?

De hecho nunca pensé no ser escritor, en mi barrio decían que porque era muy vago. El problema es que no estoy seguro de si actualmente lo soy, pero si lo fuera y no quisiera entonces me gustaría ser aviador (pero no de los que fumigan campos ni de los que transportan pasajeros ni de los que van a la guerra sino de los que recorren distancias que desconocen) o nadador de crawl en aguas abiertas o indigente en Nueva York (como Néstor Sánchez, no el orejón de canal 11 sino el autor de Siberia Blues) o también me gustaría ser un tipo con una enfermedad rarísima cuyo apellido, igualmente rarísimo, sirva para nombrarla (para este caso me gustaría contar con un pequeño bonus: ser un astrofísico genial, tener fama, dinero y un cerebro privilegiado, ser puro cerebro además de padecer de un fanatismo asombroso por la masturbación y usar unos bigotes de actor porno de los 70).

¿Qué hace, en tu opinión, que una obra de ficción sea buena o funcione?

En la actualidad me gustan las historias contadas sin demasiada experimentación formal, en vez de esas en donde el lector debe descubrir a cada rato qué carajo quiso contar el narrador. Tampoco me gustan las moralejas explícitas, las bajadas de línea pseudo revolucionarias, las explicaciones metaficcionales como si uno fuera un tonto. Yo quiero que me cuenten una historia pero que me dejen tranquilo a la hora de hacer mis propias interpretaciones. También creo que los diálogos son una cuestión clave y que muchas veces no suenan verosímiles, eso me genera deseos de tirar el libro por la ventana y que se lo coma mi perro Tilingo.


Tu top ten de escritores.


Joyce, Kafka, Belén Franchese, Derrida, Sergio Bizzio, Walt Whitman, Foster Wallace, Federico Falco, Juanele Ortiz, Osvaldo Lamborghini, Roberto Gómez Bolaños.

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ASÍ ESCRIBE

“Hay que ser inteligentes, dice papá: estudiar, recibirse, trabajar, usar condón. Un hilito de lechuga se atora en la garganta de Alba. El mundo está al borde del apocalipsis. Rueda por la mesa. Caerá. Nos haremos pedazos. La hermanita logra salvarlo con el tenedor y se lo traga de un saque. Nos revolvemos. Hasta que de una vez por todas acabamos acostumbrados a estar en los intestinos de alguien. Poco a poco nos convertimos en mierda.”



De Alba latex.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

esssa el petiso saliendo de la nada a hacer de las suyas. belen frnachese en tercer lugar? si ta mas rica que los otrs dos cadáveres que están primero y segundo. lo la pongo arriba del podio y se la saco el 2020.

Anónimo dijo...

Payaso!!!

juan pas dijo...

quiero hacer una aclaración: el orden no altera el producto: a franchese le doy hasta que dejen de repetir el chavo.

Anónimo dijo...

Juan Pas: Más pelotudo que nunca!!!!

Anónimo dijo...

la pinta de hobitt que tenes estoy seguro que es una enfermedad desconocida, lastima que no te da el apellido para nombrarla