lunes, 13 de octubre de 2008

Diario de un escribidor (79)




Alejandro Kozarts

Ha pasado casi un mes desde la última entrada. En el medio sucedieron varias cosas pero por algún motivo que no sé precisar no me senté a escribir este diario, aún cuando por lo general termino haciendo mi catarsis en él. Lo peor fue un insomnio que me tuvo dos semanas durmiendo 2 o 3 horas diarias. Me convertí en un zombie y eso me afectó la vista: mis ojos más rojos que de costumbre y por unos días tuve como un tic en el ojo derecho, casi como un guiño, no sé, algo rarísimo. Se me pasó antes de ir al oculista y ahora estoy bien. Pero lo realmente peor de esos días fueron unas lecturas espantosas, una seguidilla de malas novelas que tuve que leer para la universidad esforzando mi vista a más no poder. Cómo serán de aburridas esas novelas, que me divertí más con ejercicios de latín, intentando algunas traducciones.

Exámenes, histeria, espero que mis amigos sepan aguantarme hasta diciembre. Todavía faltan dos meses y no sé cómo voy a pasar todos esos días sin prender un pucho.

Cine. “Los extraños”, mala. “La otra Bolena”, floja (no la salva ni Scarlett Johansson) Las películas históricas que están haciendo los ingleses me parecen patéticas. La última sobre Elizabeth es soportable por la actriz y por un par de tomas, pero la forma en que dibujan a los españoles ya es demasiado infantil. “Lars y la chica de verdad”, me gustó, no sé muy bien por qué, pero funciona. En la computadora: Holocausto Cannabis (gore argentino), floja (ya pegaré la reseña que mandé para el semanario). También Viridiana, de Buñuel, una gran película. Ah: algunos cortos del sitio solocortos.com.

Terminé el curso de redacción publicitaria. Más allá de todas las payasadas, creo que aprendía varias cosas. Igual el alivio es tener un compromiso menos.

El viernes volví a la redacción del semanario. Es el lugar menos recomendable para escribir: demasiada cerveza, demasiados buenos chistes. Metí la nota de tapa (en realidad es una tapa compartida, pero bue): un palo pal secretario de cultura (no tenía pensado presentar alguna vez los textos al concurso provincial, pero después de esa nota ya ni pensarlo). Igual el mérito de esa nota es de una amiga que consiguió expedientes con los datos precisos.

Finalmente la idea para una primera novela empieza a cobrar forma. Me puse como objetivo empezarla en enero, para terminar de rendir ahora, pero no puedo evitarlo y ya tengo diálogos o fragmentos en papeles sueltos que voy acumulando en el pantalón (el martes voy a comprar un cuaderno porque a los papelitos los pierdo y además ya todo el mundo me dice que parezco minguito).

Novedades en la web. Voy a confesar que mis lecturas más placenteras de estas últimas semanas vienen de Internet. Ayer me pasé un buen rato en http://bancateunaverdad.blogspot.com/, sitio al que llegué a través de http://lamulanima.blogspot.com/ . El que escribe seguido sobre cine es Dada en http://comodicenquenosegoza.blogspot.com/ . Estrella lanza un top ten de cosas que no entiende en: http://www.muymuytantan.blogspot.com/ . Mario Favole tiene una novia contadora de muertos en http://www.elconjuro.blogspot.com/ (por cierto, hay un par de párrafos de ese post que voy a plagiar descaradamente cuando tenga que presentar en el semanario alguna nota con estadísticas). En este sitio encontré un cuento que me gustó: http://valentinacontino.blogspot.com/
Se me hace que en este preciso momento en que son las 4 de la mañana me estoy olvidando de uno o varios blogs.

2 comentarios:

Estrella dijo...

Los ejercicios de latín siempre son divertidos, mucho más, cuando uno anda preocupado y con mil cosas en la cabeza: buena receta para no pensar en otra cosa más que en el acusativo, dativo o hablativo.

¿Estás dejando de fumar? De ahí el insomnio, quizás... y hasta ¡el guiño!

Me alegro por lo de la novela: fundamental el cuaderno de notas.

Saludos y buena semana

Conjuro dijo...

Plagiá con gusto y sin culpa, no hay problema. De hecho hay un libro de Laiseca que se llama "Por favor, plágienme" o algo así.
De paso chivazo, pasa a ver el video de Laiseca contando una de sus historias preferidas. Lo filmamos en una entrevista en su casa.
La cámara es de la contadora de muertos.