sábado, 8 de noviembre de 2008

RESEÑAS



RESEÑAS QUE EL SEMANARIO CUARTO PODER DE SALTA PUBLICÓ LA SEMANA PASADA. QUE TE SEA LEVE.



Intravenosa


Estos jujeños son unos fucking terroristas. Hacen la revista “Intravenosa”, y es una molotov que te estalla en el rostro. En sus páginas se pone en jaque lo más tradicional y anquilosado de la cultura del NOA y se contrapone una mirada nueva, distinta, que desnaturaliza lo establecido para después destrozar esos cimientos de barro.

En el editorial de su último número plantean la necesidad de hacer una revista que promueva la producción cultural independiente y de calidad, “tras la negativa de otros espacios que prefieren la reproducción y la producción por producción (léase “hacer cualquier cosa”)… “En la provincia del silencio y del acomodo, está mal visto hablar; asomar las ideas por sobre las cabezas niveladas de la empresa cultural es casi un pecado. En realidad no hay riesgo en abandonar las buenas costumbres (crítica complaciente, silencio público mezclado con la charlatanería en privado, etc.)… “La cultura debe revitalizarse, sin interacción que dialogue, Jujuy está condenada a ser una postal pronta a despintarse.”

Como verán, la apuesta es total. Con esta revista se queman todas las naves, no hay vuelta atrás posible.

En este número 7, que ya se puede conseguir en Salta, hay ensayos en los que predomina la temática sexual, un tema tabú que se aborda con humor y seriedad al mismo tiempo, ahondando en detalles que no suelen ser tocados por estos lugares. También hay críticas de libros y discos y hay poemas y cuentos y no falta la crónica urbana. Maximiliano Chedrese arranca “Cuenturgia” de esta manera: “La inesperada manifestación anal de la paloma, dio que pensar a Sander, filósofo barrial. La primera reflexión versaba sobre el lugar del accidente: Plaza Belgrano, a metros de la estatua. Conocido es por todos los habitantes de “ciudades con plazas con estatuas”, que las palomas no tienen el mínimo respeto histórico por los estatuados, es decir, se cagan en los próceres…”

Hay que tomar nota de los subversivos hacedores de esta revista. En la dirección están Rebeca Chambi, Edgardo “Hugo” Gutiérrez, Matías Teruel, Carlos “Tuta” Albarracín, Fernando Choque y Maximiliano Chedrese y otros integrantes del staff son Ernesto Aguirre, Gabriel Salgado y Meliza Ortiz. Desde el 2005 vienen batallando, no sólo hacen esta revista, sino que ya han conformado una editorial, que apuesta fuerte por sacar libros de jóvenes escritores. Y ya hay un par circulando.

Salta no ha tenido jamás una revista que esté a esta altura. Circularon, sí, hojitas escritas por viejos para ser leídas por un puñado de otros viejos, en las que se defendía una cultura ya espectral que ese reducido grupo tanto idolatraba; hubo, asimismo, revistas que estudiantes de letras solo editaban para que las lean sus profesores y allí no producían textos, sino que reproducían el canon universal más rancio; otras buscaron provocar con los temas, pero se olvidaron que primero hay que escribir bien; hubo algunos intentos de grupos talentosos que se separaron al mes y algunos de personas solas con revistas artesanales que están muy bien pero no pueden tener la fuerza del producto de un grupo organizado que al talento le suma un fuerte trabajo. Igualmente en la revista jujeña se ve que hay una serie de auspiciantes de sectores que no temen respaldar una publicación de esta naturaleza, sectores que en Salta le han dado la espalda a los nuevos actores sociales.

Otra virtud de Intravenosa es su presentación: la diagramación es impecable, hay toda una estética fríamente pensada a lo largo de esas 58 páginas (para los escritores esto puede parecer superficial; pero los que nos criamos en medios gráficos sabemos lo importante que es el diseño, los colores, la personalidad de una revista).

El abismo entre esta publicación jujeña y las que actualmente circulan en Salta es bestial. Estos tipos juegan en primera.
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Toque Jarmusch


Tres actores. Veinte días para filmar una película con sólo 11 técnicos y un presupuesto mínimo. Todo en blanco y negro. No hay grúas y la cámara prácticamente se queda quieta a lo largo de los 89 minutos que dura el film.
Un bodrio somnífero, pensará cualquiera. Pero allí, donde el más experimentado naufragaría, Jim Jarmush amalgama una poesía inolvidable. “Extraños en el paraíso” (Stranger than Paradise, 1984) es el título de esta obra maestra.

La película comienza con una muchacha de espaldas, los aviones cruzan a lo lejos, más adelante sabremos que su nombre es Eva, que es húngara y que acaba de llegar a los Estados Unidos para encontrarse con su primero. Pero cuando comienza la película es sólo una silueta con dos maletas y luego se da vuelta y empieza a caminar y la cámara la acompaña por esas calles desvencijadas y acá empieza a sonar el tema 'I Put a Spell On You', que nos llega como aullidos desesperados. En cierto modo, esta película es la historia de tres desesperados. Está Eva, que después encontrará a su primo y conocerá a su amigo, y los tres están de alguna manera perdidos en esa ciudad, aunque ellos dos vivan ahí desde hace años. Todos son extranjeros y extraños en ese pseudo-paraíso.

La película es la historia de esa incomunicación, de desencuentros, una mezcla bizarra de silencios nada incómodos y de chistes tontos y graciosos al mismo tiempo. “Jarmusch tiene poco interés en el relato en sí mismo (y de ahí el así llamado 'aire europeo' de sus films), y elige en cambio contar chistes malos colmados de derivaciones descabelladas, digresiones impredecibles, concentrándose intensamente en lo que ocurre en un momento determinado. Aunque sus diálogos tienen una cualidad espontánea e improvisada (a la manera de la escuela de los poetas de Nueva York), de hecho están elaboradamente escritos, con gran sensibilidad a los matices de la oralidad, obra de un verdadero escritor. A tal punto que algunos de sus personajes más memorables son extranjeros que luchan por dominar el inglés”, escribe Paul Auster, otro escritor que también decidió hacer cine.

Es probable que algunos los vean como desheredados, como pruebas irrefutables del futuro oscuro de la existencia y la sociedad. Sin embargo, ésta parece una lectura errónea, porque hay magia en esa tristeza, esperanza en toda la melancolía. . Es verdad que la existencia de estos personajes se nos presenta como absurda, pues están constantemente a la deriva; pero a ellos nos les importa: sus vidas no tienen sentido, no se han trazado meta alguna, así que no la sufren.

Paul Auster también habla del 'toque Jarmusch', cuando se refiere a esa “mezcla inimitable de humor inexpresivamente imperturbable, tropelías disparatadas e imágenes de exquisita factura.”

Antes de ser director de cine Jarmusch fue poeta en Nueva York. De alguna manera esto influye en sus películas, aunque es difícil precisar muy bien cómo; quizá se ve en el poco peso que tienen las historias dentro de las películas, nunca son más que pequeñas estructuras sobre las cuales se improvisan diálogos, donde los personajes están constantemente tomándose el pelo.

“Café y Cigarrillos”, una obra posterior, no es más que distintas charlas de café: dos tipos tomando un café, fumando y hablando y a veces ni siquiera hablan, porque los silencios y momentos muertos imperan; aunque hay que decir que son momentos muertos llenos de vida.

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