martes, 17 de enero de 2012

Nueva narrativa salteña: LA OTRA CARA DE LUNA






Alejandro Kozarts (*)

Hasta los 80’, las historias se anclaban en el ámbito rural; fue en esa década que Carlos Hugo Aparicio permitió descubrir a los lectores que los barrios capitalinos también podían ser escenarios para buenos cuentos (si bien su novela y varias de sus historias jamás abandonaron la puna). Y han pasado casi 30 años para que la musa espacial presente una nueva mutación: la ciudad, que si bien está lejos de ser una gran metrópolis, se diferencia del barrio apariciano por su neurosis, por sus nuevos ritmos, por la visibilidad de una composición social más heterogénea y, sobre todo, por su violencia.
No es que se hayan dejado de escribir cuentos con esos parsimoniosos locus amoenus, ni con esas siestas y conversaciones lacónicas de barrio; pero si hay algo de nuevo en la nueva narrativa salteña es el cambio de paisaje, la imposición de una ciudad desquiciada.
Y es justamente en “El libro de las humillaciones Varias”, publicado por Editorial Intravenosa (Jujuy) en 2011, donde se percibe esta transición pues en sus páginas conviven el pueblo, el barrio y la ciudad.
El título sintetiza el espíritu de los cuentos de Alejandro Luna: no es que el autor no quiera a sus personajes; pero sabe que un buen escritor debe apartarse, debe dejar que sus personajes anden solos y se enfrenten, con esa desnudez, ante los infortunios del destino. Todos sus personajes están condenados al desasosiego, a desear y a tratar de con seguir algo que nunca obtendrán y a sufrir durante ese intento.
Una comparación: en un cuento de Aparicio, a una familia le hurtan, una a una, de manera imperceptible y sutil, las ruedas del auto; en un cuento de Luna una parejita está discutiendo en la parada de colectivos cuando se les acerca grupo de mocosos drogados para robarles, el chico se resiste, y lo matan a golpes. “Cayó al suelo y comenzaron las patadas por todo su cuerpo que no quería más que amar y que lo amen. Ella comenzó a correr. El Gabo ya no se cubría de los golpes…”, dice el narrador: la violencia es tangible y es, junto a la desolación, uno de los ejes del libro.
Salvo dos, todos los cuentos son realistas, a tal punto que a veces Luna pone como epígrafe inicial de los cuentos fragmentos de noticias de diarios, epígrafes que pueden servir como efecto de realidad, o como una forma, por parte del autor, de reconocer que esas noticias fueron las disparadores de los cuentos (de cualquier manera, esos epígrafes entorpecen la lectura, pues adelantan el desenlace de la trama y porque los sucesos de los diarios son demasiado comunes como para que Luna se sienta en la obligación de citarlos como fuentes).
Una de las excepciones a ese realismo es “El Pollo”, que es, también, el mejor cuento del libro. Luna vuelve al ambiente de pueblo (que nunca termina de abandonar, algo que se percibe en cómo hablan muchos de los personajes), se apoya en el fantástico, y nos brinda un relato tierno y, al mismo tiempo, cargado de una crueldad infantil (que es la más refinada de las crueldades y en la que además Luna parece experto): “Cuando recién conocieron a Miguel se le acercaban para hablar con él, pero en poco tiempo su condescendencia lo convirtió en un chico poco creíble. Lo que se debía también a que Miguel era excesivamente bueno en una edad en que ser bueno no es lo mejor para la convivencia. Todo lo que tenía lo daba, a todo asentía y por ello sufría las peores burlas…”
El Libro de las humillaciones varias es un libro extraño. Pululan, en esas páginas, personajes heridos, llenos de cicatrices abiertas. Y Luna conoce esas cicatrices y sobre ellas construye su literatura.


(*). Publicado por El Intransigente, en su edición del 13 de Enero de 2012

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran libro

Anónimo dijo...

Armando Burgos(prof de letras)luna parece que pinta para bueno, pero habría que ver si no le pasa como a todos los escritores de salta que después de dos libros comienzan a escribir cagadas, esperemoS que no.

Anónimo dijo...

muy lindo, muy lindo lo que dicen, pero donde puta se consigue el libro..