martes, 3 de marzo de 2009

VOLVIÓ CUARTO PODER CON ESTAS RESEÑAS


Pornocoplas

Alejandro Kozarts

Quizá Mariana Carrizo no lo sabe, pero es la Charles Bukowski de la poesía salteña.
En l984, la novela de George Orwell, el sexo era casi la única forma de subversión, de abrir cabezas y de escapar a los designios de un estado fascista, ultraconservador. Las coplas de Carrizo, con esa voz tan particular y brillo picarescos en sus ojos, son lo más parecido a una molotov arrojada contra una perpetua frigidez lírica que abunda por estos valles. A través de sus coplas está revolucionando un ambiente que se ha caracterizado por ser más bien pacato, ultraconservador. Estos son algunos versos que se pueden escuchar de esta coplera beatnik:

“La que sale con un viejo/ tiene que hacer como el gato/ pa poder comer el bofe/ hay que cachetearlo un rato/”, canta.
“Si su viejito ha tomado/muña muña pa remozar/ dele de te de planta e burro/ para volverlo a su lugar”
“Un cura se metió a monja/ en el convento las cuevas/ y las monjas se peleaban/ pa dormir con la monja nueva”
“Un pajarito volando volando/ se metió en un convento/ Las monjitas están contentas/ con el pajarito adentro/”
“El doctor me ha recetado/ un mosito de treinta/ Conseguí dos de quince/ solo así me dan las cuentas”
“Los mocitos de estos tiempos/ Son como la caña hueca/ Que en lo mejor de los gustos/ Se les quiebra la muñeca”
Su mayor virtud es la introducción de lo que podríamos llamar la fuck-girl: el “yo lírico” de una mina que va al frente, la mina que se anima, la mina que no tiene ningún pudor en declararse la gozante. “Las canto para que las mujeres sepan que no hay que quedarse calladas”, declaró en una entrevista.
Sus mejores coplas son aquellas en las que el erotismo está relacionado con el humor y eso es otro de sus puntos subversivos: si hay algo que no caracteriza a esta sociedad, donde la seriedad se confunde, fácilmente, con la solemnidad, es el humor.
A los versos que canta Carriza y que podemos escuchar en los conciertos, en su cd o en youtube.com, se le contrapone una poesía que podríamos denominar, académicamente, como “anorgásmica”. La figura de la mujer, en los poemas escritos por mujeres salteñas, es asexuada. Refuerzan, en general, la visión machista. La mujer es un adorno más de la casa, no tiene una participación activa. Si no, lean estos últimos dos tercetos de un soneto de 1971 de Fernández Molina:
“Amar es no contar lo que se ha dado,/ pero sí atesorar lo recibido/ y confundirlo, aún con lo esperado,/ y de otro afán desposeído,/ en Dios confiar y a Dios confiar lo amado,/para amarlo después de haber vivido”
Estos versos no hacen más que reforzar el status quo. No cuestionan. Son funcionales al poder. Es verdad que después de 1971 aparecieron poetas importantes que dotaron de sensualidad sus versos, pero hay algo que hace a Carrizo diferente. Tal vez sea su alma petardera. Fue a lo de Mirta Legrand y no titubeó en decir que a Güemes lo mataron por “pata i’ lana”. Tampoco tiene problemas en hablar de sus orígenes: “Con su permiso, señores/cuatro coplas cantaré/ y aunque soy medio morocha/ tal vez no los mancharé”

Como se ve, no le tiembla la voz para salir con los tapones de punta. Al igual que Lucrecia Martel, es importante para Salta porque la cuestiona, porque a través de su arte pone en jaque la visión única y demuestra que hay otras formas de ser salteño/a.
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Jorge Klix Cornejo:

Adiós al pionero de la historieta en Salta

Lic. Rafael Gutiérrez(*)


El 11 de enero de este 2009 nos abandonó un pionero en la historieta de Salta, un reconocido plástico y un respetable profesional.
Jorge Klix Cornejo puede ser considerado como parte de los profesionales de Salta que se caracterizan por su afición a las letras. Sus dos apellidos remiten a una ascendencia tradicional en Salta. Es un escribano nacido en el interior de la provincia en 1940 que estudió primero en el Colegio de Rosario de la Frontera y luego en el Colegio Nacional de Salta; realizó su carrera universitaria en la ciudad de Córdoba. Hasta ahí su biografía es similar a la de muchos otros salteños reconocidos en el ámbito de las letras, la diferencia está en que no escribió poesías o cuentos sino que canalizó su veta creativa en la historieta.
Según confesó, su afición por la historieta comenzó en la niñez con la lectura de las revistas nacionales cuyas tiradas lideraban el mercado durante la década del cincuenta. Fue tal su gusto que desde entonces deseó hacerlas y para ello tomó los cursos por correspondencia que se ofrecían en las mismas revistas. Estudió regularmente desde los quince años con uno de los maestros del género, el norteamericano Alex Raymond, creador de Flash Gordon, hasta que murió en un trágico accidente. Hasta que partió a encontrarse con su maestro, Klix conservó los capítulos del curso y recordaba como enviaba por correspondencia los ejercicios y luego de una espera de hasta dos y tres semanas recibía las correcciones a vuelta de correo y la nueva parte del curso.
La afición por la historieta nunca abandonó a Klix y, simultáneamente, ejerció sus dos profesiones. En la década del setenta presentó su carpeta de trabajo ante el Directorio de diario El Tribuno y lo contrataron para que publicara una historieta por entregas. La tira diaria comenzó a publicarse en la sección “Avisos clasificados”, separada de las viñetas humorísticas que aparecían en la sección de entretenimientos como los crucigramas y el horóscopo.
En esa época el diario salteño tenía un gran alcance pues no sólo llegaba a la vecina provincia de Jujuy sino también a importantes ciudades de Bolivia, como Tarija y Sucre que estuvieron ligadas a la historia de la formación de nuestro país.
Para los lectores que no conocieron las tiras de El Tribuno tuvieron la oportunidad de conocer su obra a través de libros editados por el mismo autor, pues aunque en las contratapas figuraba el sello de una “Editorial Cronos”, sólo se trataba de una imprenta que el Klix contrataba.
Las producciones de Klix Cornejo fueron propuestas como textos de apoyo escolar para la enseñanza de la historia durante la década del ochenta pero fueron rechazadas por el Ministerio de Educación porque consideraban que la historieta no era un género digno para el tratamiento de los héroes.
Pensar que poco tiempo después Félix Luna dirigió una colección que se titulaba Matías cuenta la historia, hecha en forma de historieta y ningún ministerio la objetó y ahora Felipe Pigna hace lo mismo y tiene apoyo oficial.

(*) Cátedra de Literatura Argentina
U.N.Sa

6 comentarios:

Anónimo dijo...

ja, el medina ese cree q que la Carrizo es rebelde y super copada como la Martel, anda a cagar facho si lo unico q te importa es resaltar tu satus quo y tu posición innovadora e hiper reaccionaria. anda Medina... perdón digo Kozarts

Anónimo dijo...

Aguante Medina/Kozarts.

Anónimo dijo...

Medina, le hiciste lugar a tu profe en la columna? te esta yendo mal en la universidad o lo haces solo por chupapija?

Anónimo dijo...

Ya sé kién es este chica. La que se escribe reseñas de su propia obra de teatro, la que hizo campaña para Urtubey (supongo ke habrá ido a tartagal a pedir disculpas) , la amiguita del poetastro gubernamental (y no hay nada más patético que un poeta-funcionario), la que está a favor de la quema de libros (que no le gustan) y de prohibir los simpson.
Demasiado evidente y torpe.

Anónimo dijo...

poeta-funcionario, poeta-funcional, poeta y decir "soy poeta", poeta y solo pensar que los poetas "entienden" ciertas cosas, escribir sobre puentes, no es lo mismo que vivir debajo de uno no? dejen de pelearse,que se mueran los poetas, hay demasiados.-

Anónimo dijo...

ah! y no quemen a los simpson che,me hacen reír,diganle a la loquita esa que se recate, o cobra,posta.-