martes, 9 de diciembre de 2008

Diario de un escribidor (83)



Alejandro Kozarts

Entre el último examen, una monografía a presentar y la novela que estalla, pero no sé para dónde. Lecturas: Villoro (El disparo de Argón) y Bolaño (La pista de Hielo) y los cuentos de Foster Wallace (todavía no he terminado el libro; pero los que he leído me han parecido malos o quizá sea que el Foster Wallace cuentista no le llega ni a los tobillos al Foster Wallace cronista-reseñista. El caso es interesante: ¿Por qué Wallace funciona mejor jugando contra reloj, en algo que seguramente considera menor o no tan importante como su literatura?) En el semanario a veces lo ideal es recibir indicaciones. Y lo mejor es cuando el jefe de redacción indica el tema y añade: hacelo mierda. Esas son las palabras que me incentivan a ir corriendo al ciber teclear sin asco (así que espero esas indicaciones de los intravenosos: digan a quién hay que matar que yo disparo.)

Cine. Un plan brillante y Ceguera (la de Saramago). Bien. Pero nada del otro mundo. A decir verdad hace un tiempo que no veo nada que me sorprenda o impresione, ni siquiera con el BAFICI, aunque admito que el curso de Adrían Cangi, organizado por la gente del festival fue excelente (análisis de Rejtman, Alonso, Carri y Martel).

No sé si vale la pena hacer balances. No ha sido un mal año para mí, quejarme sería una estupidez. No se han dado todos los proyectos (el grupo-cooperativa que habíamos formado para filmar cortos se disolvió) y todavía falta editar un trabajo. Escribí más, quemé muchas cosas, pero eso es bueno (enterrarlo permite seguir adelante, uno no puede perder tiempo y energías con algunos textos). Igual creo que mi relación con la literatura ha cambiado (no sé si este diario tendrá algo que ver en eso): antes era un lector que jugaba a ser escribidor, ahora lo segundo es fundamental (y creo que algo tiene que ver Bolaño en todo esto). En lo laboral, bien, malos sueldos, pero al menos estoy haciendo lo que quiero: en el hotel me pagan por leer y escribir y en el semanario por hablar pestes de los demás, que es algo que haría gratis (más allá de esta broma, la idea de las reseñas fue cuestionar el canon, golpear a las vacas sagradas y apoyar las nuevas voces, darle espacio a los más jóvenes que vienen con otros planteos y a los que se les suele cerrar todas las puertas). Quizá he sido demasiado cruel en algunos casos; pero ya habrá tiempo para arrepentimientos. X me dice que me estoy ganando demasiados enemigos, que en una provincia tan chica como ésta, tarde o temprano me la van a hacer pagar; le dije que lo sabía muy bien y que los voy a estar esperando. X también me dice que disfruto haciendo reseñas sangrientas, lo cual en parte es cierto; pero la verdad es que daría cualquier cosa por encontrarme con textos que me gusten o me provoquen algo. (supongo que todos leemos por ese motivo, que todos abrimos un libro esperando que en esas páginas nos den ese cross a la mándibula arltiano)
Voy a intentar plantear más espacio para la cultura en el semanario en el 2009 así se suman algunos amigos a los que me gusta leer.

Novedades en los blogs: Volvió MONONA, con un regalito de navidad en: http://psicologabaratayzapatosdecharol.blogspot.com/

Mario Favole escracha a los lectores de su diario en http://www.elconjuro.blogspot.com/

La Milimalista sigue jugando con las etimologías en: http://fragmento-s.blogspot.com/

Y Estrella hace un top five de los mejores libros que leyó este año en: http://www.muymuytantan.blogspot.com/

2 comentarios:

Conjuro dijo...

Que te la van a hacer para es clarísimo (lo digo por experiencia).
Lo que no te permito es que le digas mi diario al Río Negro, no empecemos a faltarnos el respeto ahora que se vienen las fiestas.
Cuando se instalen en el establishit de la Cultura salteña y armen un encuentro nacional de blogs, ténganme en cuenta que tengo ganas de volver a Salta a comer y tomar vino.

Estrella dijo...

"... Igual creo que mi relación con la literatura ha cambiado (no sé si este diario tendrá algo que ver en eso)": esta afirmación es lo suficientemente buena como para justificar un año de lecturas.

Saludos!