viernes, 5 de abril de 2013

Mar de los lagartos


Por Juan Manuel Diaz Pas*

lo que vendrá
es irreversible
cuerpos y fisuras,
cartílagos del sueño,
muchas almas post requisitorias.
todos echados a la quietud carnívora,
bienvenidos a la indagación y la obediencia.
así es la cosa:
no esperes de la ventana
sino un poco de viento,
con suerte
descontarás los días que otros andan,
sus calles,
sus tesoros diarios,
las mínimas noticias.
empezar de cero:
un chombi retroceso a un colchón ignífugo,
una manta gris,
el tercio ocre de un jabón
y treinta y cinco metros de papel higiénico.
paisaje átono de pabellones,
cirqueadas, juego de dados,
largas cumbias,
el anochecer,
a cada rato el anochecer.
luego una visita
o dos,
los cigarros,
las revistas,
la información de las trincheras,
la solidaridad del rancho,
el menesteroso arder de los mecheros,
las palomas que, al volar,
procuran preservar la luz
para que un chorro active una secuencia:
¿cómo habrá de ser nuestro próximo rostro,
el tacto que le seguirá?
conozco una historia:
un explorador sueña
en su bitácora
con el día en que contará lo descubierto
al mundo
pero acaba devorado por lagartos.


* Poema enviado desde la ultratumba ubicada en la ciudad judicial salteña.

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