Diario de un escribidor (73)

Alejandro Kozarts

La universidad otra vez y esa sensación espantosa de náusea y claustrofobia y asco.

Breve charla con el encargado de prensa de la Secretaría de Cultura. Me aseguró que hubo un problema de comunicación (la verdad es que le creo: son muy inútiles) y recalcó que la persecución a periodistas era una características del antiguo "régimen" y no de este nuevo gobierno "realmente democrático". Ahí no pude aguantar la risa.

Hoy proyectaron los cortos ganadores del concurso provincial: muy buenos trabajos.

Reunión de redacción. Leve suba de sueldos. Se mantiene la página cultural. Lo mejor fue, después de tanto tiempo, pasar un par de horas en el café con la muchachada. También nos informó Borella que la Universidad Católica iniciaría juicio por calumnias (se molestaron porque una compañero escribió que es "una insitución fascista"). Es probable que todo termine en amague.

Sin escribir nada, salvo algunas frases sueltas que se me van ocurriendo para la narradora psicópata. Lo que me preocupa es que he leído poco en estos días, por un resfriado y porque no he dormido más de 4 horas por día, lo cual me tiene hecho un zombie. Hace tiempo que no me sentía tan débil.

Compré los cuentos completos de Abelardo Castillo (Creo que voy a dejar de comentar los libros que leo en el diario, pero no porque otros puedan descubrir las influencias, sino porque después me los piden prestados). Un hallazgo: no leí nada del chileno Alberto Fuguet, pero estuve escuchando alguans entrevistas en youtube que me gustaron (hay tres horas de entrevistas)

Un año de opadromo. El demiurgo se comprometió a postear algo esta tarde (y también quedó en mandar una reseña para el semanario sobre el film de Martel que yo todavía no pude ver).