sábado, 31 de marzo de 2012

Lucía de Salterain: “Nunca pensé en no escribir porque es algo que sale de mí naturalmente”





Lucía de Salterain nació en Salta en 1995. Está cursando la secundaria. De manera paralela, realiza estudios en la escuela de música. Nunca pisó un taller literario para saber escribir: aprendió de sus lecturas. No ha publicado ningún libro personal pero se publicaron dos libros en los que participa con poemas y cuentos; son los libros que recopilan las obras de los ganadores del Certamen Literario Nacional Gonzalo Delfino 2010 y 2011. Actualmente escribe, y muestra otras actividades artísticas en su blog http://www.almendra-lucia.blogspot.com/




¿Por qué escribís?



Escribo porque a través de la escritura siento que se pueden transmitir las cosas de una manera diferente, que es un medio de expresión con el que se puede llegar a lugares donde con otros no. Escribo porque es un cable a tierra y porque me hace feliz.

¿Cuándo empezaste a escribir?


Exactamente no sé cuándo o por qué comencé a escribir, pero sé que era chica, tendría unos seis o siete años y recibía estímulos de mi entorno, que me llevaron a desarrollar mi lado artístico, y entre uno de ellos la escritura.

¿Qué autores despertaron esta vocación?



Uno de los autores que recuerdo como de los primeros que me impactaron fue Edgar Allan Poe, pero nunca me centré específicamente en los autores, porque fueron obras aisladas ,de autores que para mi eran desconocidos, las que me despertaron la vocación, como por ejemplo el libro "El Perfume" de Patrick Süskind, entre otros.

¿Qué libros o autores te influenciaron?



Como dije anteriormente uno de ellos es "El Perfume" de Patrick Süskind, como autores en general Edgar Allan Poe, Julio Cortázar, Alejandro Dolina, Luis María Pescetti, "El Túnel" de Ernesto Sabato, entre otros.

¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que te guste? (por qué)¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que le parezca abiertamente malo? (por qué)



Aprecio mucho el trabajo de Juan Carlos Dávalos, pero para serte sincera debería leer mas de autores locales y de la zona como para emitir una opinión objetiva, tanto para decir que me gusta como para considerarlo malo.

¿ Te llevó mucho tiempo escribir tu primer libro?

Me llevó tanto tiempo escribir mi primer libro, que todavía no lo terminé. Por ahora solo tengo cuentos cortos y poemas.

¿Alguna vez pensaste en no ser escritora? ¿De no ser escritora qué te gustaría ser?



Nunca pensé en no escribir porque es algo que sale de mí naturalmente y no lo suprimiría porque me es muy placentero hacerlo, pero no es la única actividad que realizaría profesionalmente, sino que también pienso dedicarme a la música y las artes visuales.

¿Qué hace, en tu opinión, que una obra de ficción sea buena o funcione?



En mi opinión, para que una obra de ficción funcione, no hay una receta ni requisitos que deba cumplir, sino cosas que uno encuentra al leerla, sin importar su género o autor. Pero pienso que es importante cierto grado de tención, que se la da la forma de escribir, que te producen esas ansias de seguir leyendo, pero no solo esta tensión del suspenso de un policial, sino esa, que incluso te la puede producir la cotidianeidad de un relato realista. También creo que es fundamental encontrar coincidencias y conexiones con las situaciones e ideas que plantea el autor, es decir, el poder sentirnos identificados y comprender realmente lo que leemos. Y por último creo que siempre al leer una obra tenemos grandes expectativas sobre su final, y pienso que es muy importante, ya que puede cerrar a la perfección y dejarte esa linda sensación que no te deja emitir palabra o te deja pensando por mucho tiempo, o bien arruinarlo todo.

Tu top ten de escritores.

Es muy difícil posicionar a estos grandes, creo que están casi todos en el puesto uno jajaja.
1-Julio Cortázar. 2-Edgar Allan Poe. 3-Ray Bradbury. 4-Alejandro Dolina. 5-Ernesto Sábato.
6-García Lorca. 7-Amado Nervo 8-Mario Benedetti 9-Pablo Neruda 10-Oliverio Girondo






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ASÍ ESCRIBE




Cuando miles de miles de años en el futuro, el sol, después de ser supernova, apagó sus destellos y sus estertores cesaron, fue una enana negra muerta. La luna se quedó sin su fogoso y apasionado amante que la cortejaba por las noches desde su cara oculta.
Ella ya no era el dichoso espejo del dador de vida, ahora solo una satélite solitario y opaca.La tristeza era pura y profunda como sus cráteres.
Su llanto se desprendió; el suave y casi imperceptible polvo plateado cayó tamizado sobre la tierra.
Un tiempo tardó en extinguirse la luz en el planeta, tal así como cuando las estrellas se apagan, y para nuestros ojos, el inalcanzable lucero sigue allí, titilando.
El espectáculo fue alucinante, ver como la luz cada vez más tenue, terminaba por convertirse en una oscuridad casi absoluta pero asombrosamente bella; ocultaba toda la escoria del planeta, para ese entonces prácticamente en ruinas...






Fragmento del cuento "El Planeta Blanco"

viernes, 23 de marzo de 2012

Alejandro Daniel Chiri: “No me pienso como un escritor”



Esta debía ser la segunda entrevista en la que que El Intransigente presentara a uno de los jóvenes narradores salteños (sub-35). Por algún motivo la nota no salió en la edición de este viernes, esperemos que sí salga el próximo. De todos modos, como avant premiere para los lectores de opadromo, el texto tal cual fue enviado.


Alejandro Daniel Chiri nació en Salta en el año 1987, estudia Letras, ha publicado un libro de cuentos llamado “El hombre flaco” y desde hace cuatro años edita la revista literaria “Sonámbula”.

- ¿Por qué escribís?

-Creo no tener una respuesta concreta para esa pregunta, uno escribe porque vive en un mundo hecho de palabras.

-¿Cuándo empezaste a escribir?

- Mis primeros roces con la escritura se dieron a los veinte años aproximadamente, claro que un principio eran escritos sin ninguna intención de ser publicados, algunas poesías y pequeños cuentos que quedaron olvidados en algún cuaderno.

-¿Qué libros o autores te influenciaron?

-“Moriré en otoño” de Lubrano Zas, es un libro que releo cada tanto, aunque claro, no sé bien de manera esto haya modificado mi escritura.

-¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que te gusten?

- Por supuesto, hay en nuestra provincia muy buenos escritores. Jacobo Régen es a mi parecer el escritor más sobresaliente de las últimas décadas, claro, que por suerte van apareciendo voces nuevas muy interesantes como es el caso de Alejandro Luna entre otros…

-¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que te parezcan abiertamente malos?

- No sé, si la palabra malo es la adecuada, pero en este último tiempo he intentado leer algo de la vasta obra de (José) Agüero Molina, y no llegue a responderme como es que ha llegado a ganar tantos premios. Y no, no lo digo tratando de ser cruel, ni nada parecido. Pero, su escritura a mi entender no representa una madurez conceptual, ni estética que tanto se pregona por ahí…

-¿Te llevó mucho tiempo escribir tu primer libro?

- Podría decir que sí, pero el caso es que mi primer libro, es también el último, entonces no sabría decir cuanto tiempo considero necesario para publicar un libro. Lo que sí puedo agregar es que el tiempo de edición fue más largo que el de escritura, pero esto quizás se deba a que es un libro auto-editado.

-¿Alguna vez pensaste en no ser escritor? ¿De no ser escritor que te gustaría ser?

- No me pienso como un escritor.

-¿Qué hace, en tu opinión, que una obra de ficción sea buena o funcione?

- Una obra de ficción es siempre futuro. Genera sus propias condiciones de posibilidad. Incluso, cuando uno escribe una obra siguiendo ciertos parámetros, fijando una forma, la resistencia que ofrece la lengua introduce la suficiente cantidad de azar como para que los resultados sean imprevisibles.Entonces, creo, es impensable buscarle una formula de éxito.

viernes, 16 de marzo de 2012

Salvador Marinaro: “Ser escritor exige ser otra cosa al mismo tiempo”



Esta es la primera de una serie de entrevistas a jóvenes narradores salteños (sub-35). Algunos han publicado sus libros, otros mantienen una producción intensa en blogs o revistas literarias.


Salvador Marinaro nació en Salta en 1988. Obtuvo el primer premio para poetas inétidos de la Secretaria de Cultura de Salta por su libro Sinfonía de Mareados y el primer premio en el género cuento por Sueños del mono evolucionado, ambos en 2010. Recibió el primer premio de cuento corto y la mención en ensayo del Primer Premio Nacional Azucena Villaflor, llevado a cabo por la Secretaria de Cultura de la Nación y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. A su vez, coguionó la serie televisiva “Ese que va silbando”, preseleccionada por el régimen de fomento federal para la Televisión Digital del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Ha cursado la Licenciatura en Periodismo de la Universidad del Salvador. Actualmente, trabaja y reside en Buenos Aires

-¿Por qué escribís?

-Creo que uno siempre empieza a escribir por alguna carencia, algo que te pone realmente incómodo y la única manera de librarte de ello es escribiendo. De allí que la literatura sea una forma de estar en el mundo, más que de expresión. A mí, determinadas situaciones familiares (incluso de terceros desconocidos) me movilizaban en extremo, me sensibilizaban. Empecé a escribir por eso. Y después le agarré gustito. Vi en la literatura algo genial: la apertura mundos interesantísimos y sobre todo, la complejidad de este mundo. Hoy escribo por ese motivo subyacente: me ayuda a percibir mejor y entrar en la realidad, renovado.

-¿Cuándo empezaste a escribir?

-De adolescente, creo que tenía doce o trece años y le había perdido el respeto a todo. Creo que eso es lo primero para empezar a escribir, perderle el respeto a la literatura (y a tus viejos).

-¿Qué autores despertaron esta vocación?

-Un autor que me sacó de las casillas y me instaló en un lugar desconocido fue Kafka. Al día de hoy, he leído su obra completa y un par de veces El Proceso. Creo que uno congenia con pocos autores y sobre todo, entra en la misma sintonía. Para mí, uno de ellos fue Kafka (curiosamente, se trata de un autor que generó un adjetivo que habla de la complejidad, lo kafkiano). Algunos de sus textos me enseñaron profundas lecciones de escritura y en su diario puedo ver la génesis completa de una idea a un texto literario.

-¿Qué libros o autores te influenciaron?

-Como dije antes, El Proceso de Kafka, algunos cuentos de Abelardo Castillo (sobre todo los del libro Las maquinarias de la noche), Dino Buzzati (el cuento La gota es uno de los más memorables que he leído), y en un segundo momento, me influenciaron mucho los narradores norteamericanos, en especial Sallinger y Cheever.

-¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que les guste?

-Teresa Leonardi por su integridad ideológica y su erudición. Leonardi nos ha dado una enorme mano a varios escritores jóvenes, pasándonos libros, textos y sobre todo, demostrando con sus poemas lo cerca que puede estar la literatura de la búsqueda de un mundo mejor. También he leído con interés a Santiago Sylvester, un autor cerebral, si es que existe esa diferencia entre la poesía de la mente y la poesía de la imagen. Sylvester es uno de los pioneros en introducir en el norte una corriente que proviene del mundo anglosajón, en especial T. S. Elliot, utilizando un lenguaje llano y significativo al mismo tiempo. También hay que mencionar que si bien el autor es reconocido por sus poemas ha publicado un libro de cuentos (La prima carnal, publicado por Anagrama) que es altamente recomendable. Por otro lado, hay un autor wichí que viene haciendo un trabajo increíble y necesario, se trata de Laureano Segovia, que recupera la memoria colectiva de su pueblo. He leído dos de sus recopilaciones y me han impresionado mucho. Por trabajos como el suyo, la literatura cobra un significado pleno. He procurado restringirme a los autores salteños, pero si ampliamos a todo el norte, debo decir que Jujuy tiene grandes autores, como Calvetti, Groppa y Héctor Tizón.

-¿Hay algunos autores salteños o del noroeste argentino que le parezca abiertamente malo?

-No me siento muy capacitado para responder esa pregunta. En primer lugar porque no he leído la totalidad de los autores del noroeste argentina y menos aún, la totalidad de sus obras, lo que exigiría para realizar esa clase de valoraciones. Y en segundo lugar, no creo que haya autores de los que no se pueda rescatar ni siquiera una línea. La diferencia es que en algunos escritores he encontrado un mundo personalísimo. Así es la literatura, muy subjetiva tanto desde el punto de vista del lector, como del escritor (una línea divisoria que no es tan estricta en la realidad).

- ¿Te llevó mucho tiempo escribir tu primer libro?

- Relativamente poco tiempo. Creo que en dos años ya estaba terminado, corregido y casi listo para imprimir. Con mi segundo libro es distinto, uno se siente precavido, quizás vigilado por los errores que cometió con el primero. He tirado manuscritos, vuelto a empezar con textos completamente cerrados y dudado mil veces sobre cuestiones mínimas de escritura. Creo que el primer libro produce un impasse, quizás una especie de parálisis, de la cual se sale consolidado, con otra fuerza para la escritura. Creo que cuando lo publique llegará otra etapa en mi creación.

-¿Alguna vez pensaste en no ser escritor? ¿De no ser escritor, qué te gustaría ser?

-Todos los días. Sobre todo porque ser escritor exige ser otra cosa al mismo tiempo, o tener una madre muy generosa. De todas maneras, si tuviera que poner toda la energía de mi vida (porque la literatura lo solicita y de verdad vale la pena) en otra cosa, creo que elegiría ser físico. No culturista, por supuesto. La física ha llegado a un punto de conocimiento que me provoca envidia. El movimiento de las partículas infinitesimales me parece algo encantador, pero impenetrable. Me gustaría tener las habilidades necesarias para entenderlo. Eso, ser físico. O por su puesto, astronauta o bombero.

-¿Qué hace, en tu opinión, que una obra de ficción sea buena o funcione?

- Que se despliegue a través del lenguaje un mundo original e intenso. Creo que de verdad, una obra que no tiene intensidad puede llegar a ser muy buena, pero no tendrá mi atención. Y aquellas obras que se enfocan en los mundos ya construidos, o retratados hasta el hartazgo, sólo redundan en un edificio conceptual, que puede haber ganado prestigio, pero nunca gracias a la obra que viene a incorporarse. Es una de las trampas en las que suelen caer algunos escritores. Por eso, las grandes obras sólo pueden provenir de la única fuente que tiene un escritor, la experiencia personal.

-Tu top ten de escritores.

No logro llegar a un acuerdo conmigo mismo, así que los diré en cualquier orden y me tomo el atrevimiento de mencionar las obras que más me impactaron: Kafka (El Proceso), Sallinger (9 cuentos), Cheever (Relatos), Buzzati (60 relatos), Maupassant (Los cuentos del final de su vida, sobre todo El Horla), Flaubert (me apasiona una novela histórica, Salambó , Abelardo Castillo (sus Cuentos Completos son una joyita), Camus (El extranjero y Calígula), Juan Rulfo (sobre todo los cuentos del Llano en Llamas) y Sartre (la trilogía Los Caminos de la libertad). Hay que aumentarlo a Borges a la lista, pero creo que ya es un lugar por el cual todos debemos transitar por la condena de ser compatriotas, diré que es casi una necesidad y lo doy por sentado.

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ASÍ ESCRIBE

Fragmento del cuento “La Marilyn”

Buscó un pequeño pomo detrás del espejo del baño, lo apretó, puso tres gotas en su cara y las esparció; un poco de color a las mejillas y se pintó los ojos con una sombra blanca y un toque de celeste. Se puso rímel pronunciando la curva de sus pestañas y mucho rojo en los labios. Miró su perfil en el espejo, diciendo qué bien merecido tenía su apodo: La Marilyn. Repitió qué hermosa, hermosa y tuvo una pequeña erección. Sonrió y siguió maquillándose.

La Marilyn buscó la bombacha, el corpiño con flecos y un saco, se vistió y empezó a repetir los pasitos que haría en el desfile. Se tapó y fue directo a la puerta. Afuera algunas de sus conocidas del ambiente hablaban fuerte y se reían, también esperaban a sus comparsas. Miró de reojo, cuando escuchó que alguien gritaba “ahí va Doña Lebón, la esposa marica de Segundo”. La Marilyn ni se dio vuelta, celosas pensó.


Salvador Marinaro: “Ser escritor exige ser otra cosa al mismo tiempo”

miércoles, 7 de marzo de 2012

ESCUCHEN




ALGO MÁS QUE UN PROGRAMA DE RADIO HECHO POR UNOS PARANOICOS PYNCHONIANOS: