domingo, 30 de noviembre de 2008

Pelota caída

Me siento muy desprotegido
mañana inventaran
algo mejor

me siento muy cansado
por las cuadras
que desde la ventana
veo venir

No quiero vivir más acá
no por ellos
es por vos

no quiero mostrarte
estas cosas

Siento que hay algo afuera
que no comprendo
por la falta misma

siento el vientre
como una guía
que asume la forma
del contenedor

No quiero decirte
pero hay recuerdos
que deberían estar
entre nosotros

que es algo inútil
querer recuperarlos

Ya todos fuimos vencidos
y nos quedamos mirando
lo insípido de la vida

esperando que vuelvan
por volver nomas...
por esas cosas
que tiene la vida

sábado, 29 de noviembre de 2008

Trópico de Capricornio


Pancho dice:
la imposibilidad de la escritura en salta es poder hacer que el relato ocurra a 34 grados manoteando los zancudos
Daniel dice:
sip
Daniel dice:
por eso jamaica no tiene escritores

jueves, 27 de noviembre de 2008

lunes, 24 de noviembre de 2008

Diario de un escribidor (82)



Alejandro Kozarts

El infierno tan temido parece haber pasado. Promocioné lo que había para promocionar y estoy preparando los finales. En estos días de descanso de la universidad aproveché para leer los libros que me regalaron y que por suerte me han gustado: el juego del Angel, de Carlos Ruiz Zafón (es un folletín, pura acción, pero me gustó el manejo de humor en los diálogos, aunque Zafón hace que el dialogo del protagonista sea igual con todos los demás personajes, todos hablan de la misma manera, desde el carnicero hasta el policía hacen un uso temerario de la ironía) y el último de Michael Moore (publicado con el objeto de respaldar a Obama, con gran humor también y datos: Moore es, antes que nada, un periodista. Ahora estoy con “Hablemos de langostas”, de David Foster Wallace: realmente deslumbrado.


La idea era empezar con la novela en enero, después de todos estos exámenes, pero ya empiezan a erupcionar las ideas y voy tomando nota de los personajes, y trazando un mapa de “las escenas” (algunas partes me vienen como imágenes, no sé cómo cornos voy a hacer con este monstruo).


Con más tiempo para los amigos, con buenos vinos y empanadas y asados y esas cosas. (Ya lo sumaremos a Martín Maigua y a la gente de la revista Intravenosa si andan por acá).


Una grata sorpresa: Alejandro Luna y Vargas Mora ganaron el concurso literario de la Universidad Nacional de Salta (premio: $300) en cuento y poesía respectivamente. Juan Manuel Díaz Pas me avisó hoy que manda reseña al semanario y también tengo ya en el correo una entrevista realizada por Luis Ferrario a Gustavo Rubens Agüero. También arranca el BAFICI el jueves en Salta.
Cine: La última del Che y el documental de los ferrocarriles de Pino Solanas. Me gustaron.
Novedades en los blogs: Volvió la Mili-malista!! (alias "filósofa del lenguaje): http://fragmento-s.blogspot.com/


Pego abajo otra reseña sobre una nueva revista literaria salteña que estuvo circulando entre los alumnos de Letras. Una paradoja: una reseña mediocre para criticar la mediocridad de una revista. Acá iba a poner todas las excusas: iba a decir que la reseña la tuve que escribir el viernes a las apuradas en un ciber, en el que sonaba la cumbia a todo volumen, en el que unos chicos jugaban a acribillar gente y se escuchaban las ametralladoras y los gritos de los chicos, hacélo aca, pepe, y había otras cosas que ya he olvidado. Pero al mismo tiempo pienso que no hay excusas. Quiero decir que sólo importa el producto final, lo que llega a las personas, todo lo demás es anecdótico. Cuando yo voy a ver una película de Woody Allen no me importa si el tipo estaba con dolor de muela durante el rodaje y por eso hay menos planos o fueras de focos, por dar ejemplos burdos. Uno va y exige que el producto esté bien y punto y está bien que así sea.

================================================
Mucho ruido, pocas nueces


La humildad es, a veces, la mejor excusa para dejar todo tal como está. Nada favorece más a los que detentan la hegemonía, que la tibieza del resto.


Esta reflexión viene por una nueva revista literaria que empezó a circular en la provincia (o al menos dentro del predio de la Universidad Nacional de Salta). Se llama la Bulla y está condenada a no dejar marca alguna.


La revista, que tiene a Gabriela Soria, Gonzalo Ramos, Héctor Galíndez y Vilte Adolfo en el staff promete mucho en la tapa, pero adentro no deja más que desconcierto. ¿Qué es lo que quiere decir esta gente con esta revista? ¿Hacia dónde pretenden ir? La revista no dice nada, salvo que hay miedo, un julepe insoslayable a jugarse por algo, por decir estamos parados aquí y no todo nos da lo mismo.


Realmente no entiendo por qué alguien se toma el trabajo de editar y sacar una revista si adentro no se expresa nada, si todo da igual. Los integrantes de esta revista sólo dicen que no tienen nada para decir. Y se jactan de ello, lo que es aún más alarmante.


En el editorial incluso se hace alarde en esta necesidad de “situarse en la in-postura”, en que la revista “no pretende arbitrar ni mucho menos juzgar” y añaden que “su búsqueda se centra en querer mostrar el hecho artístico en general, el arte de la palabra en particular”. “Inicia La Bulla con la convicción de que mostrarse es ubicarse en un determinado lugar, pero planteándose la necesidad de mutar siempre que sea necesario sin dejarse pensar por ningún preconcepto ni doctrina”, agregan.


En el editorial también hay una oración que prueba los estragos que puede ocasionar la Universidad en los que pretenden volverse escritores. Si no me creen, lean: “El hecho artístico, en tanto manifestación de un individuo que está ubicado en un lugar y un tiempo que lo condicionan, manifiesta o hace una lectura de la vida”.


Este miedo a tomar una posición se puede ver claramente en el contenido de la revista: casi no hay una producción propia y se termina incluyendo una serie de poemas que tampoco n os dicen nada sobre los que hacen la revista: la selección es tan variada (eso sí, todos los vates pertenecen al canon) que parece haber sido concebida para dejar contentos a todos. Hay un poema de Santiago Sylvester, de Juan Carlos Dávalos, de Jorge Boccanera, de Olga Orozco, de César Vallejo y de Baudelaire y también hay un espacio para Allen Ginsberg y Gregory Corso, dos poetas beatniks, acaso lo único medianamente jugado de esta antología.


No entiendo cuál fue la idea de incluir, por dar solo un ejemplo, a Baudelaire ¿salir corriendo y mostrarle la revistita al profe de literatura francesa y decirle mire profe, le publicamos un poemita a Baudelaire? Encima podría apostar a que ese poema lo sacaron de alguna cartilla de lectura obligatoria.


El tema central de este primer número es la crueldad, al menos eso es lo que se anuncia, porque adentro solo hay un micro ensayo –de alguna manera hay que llamarlo- que aborda esta temática. Ah, y u n breve comentario del dibujo de tapa, en el que se trata de dilucidar por qué el apóstol Tomás le mete el dedo a Jesús ( en la llaga, por supuesto).


Carente de personalidad y con agua en las venas, es la nueva propuesta de revista literaria. Un consejo: si no se tiene nada para decir, entonces mejor guardar silencio.

sábado, 15 de noviembre de 2008

264 - 321

la transpiración rosada
por el cogote,
entre la nuca y el ojo
de la catedral.

novena de san estrépito:
temprano
bien temprano
y pasitos embutidos
de los viandantes
caritrépidos.

bendita tú
todas la mujeres
y bendito
el fruto
de tu bajovientre.

antes del canto
la escupida
del ojo lagotero
zumbeante hacia
la comisura.

del dedo castrado
una línea
hasta lo último
del florecer naranja;
hasta donde termina
la holofonía sagrada.

dios
te
maría
de
gracia.

todas las manos
prensadas como expiación
del usufructo senescente

ojo trunco del cátaro provinciano
sin diafragma siquiera.

madre
ruega
nosotros pecadores
ahora y en la hora
de nuestra muerte.

antes del canto final
la jeta
y las patas rotas,
pero sin sudor alguno
entre las nalgas estrechas
a causa del trozo purificador
en la punta del ano.

más tarde
el cerote con la cara del cristo
inmaculado y rumiante
en medio de las arvejas,
como un milagro
repentino y hermoso
después de todo el peregrinaje.

otro año sin terremoto

amen.

rodrigo españa

del libro seiscientos veintitrés versos de mierda y un cover de los iracundos (publicación póstuma)

martes, 11 de noviembre de 2008

Otro año más de Kozarts escribiendo y viendo películas en VHS.

Diario de un escribidor (81)


Alejandro Kozarts

Nada. Simplemente más viejo y sin tiempo para balances o depresiones.

sábado, 8 de noviembre de 2008

RESEÑAS



RESEÑAS QUE EL SEMANARIO CUARTO PODER DE SALTA PUBLICÓ LA SEMANA PASADA. QUE TE SEA LEVE.



Intravenosa


Estos jujeños son unos fucking terroristas. Hacen la revista “Intravenosa”, y es una molotov que te estalla en el rostro. En sus páginas se pone en jaque lo más tradicional y anquilosado de la cultura del NOA y se contrapone una mirada nueva, distinta, que desnaturaliza lo establecido para después destrozar esos cimientos de barro.

En el editorial de su último número plantean la necesidad de hacer una revista que promueva la producción cultural independiente y de calidad, “tras la negativa de otros espacios que prefieren la reproducción y la producción por producción (léase “hacer cualquier cosa”)… “En la provincia del silencio y del acomodo, está mal visto hablar; asomar las ideas por sobre las cabezas niveladas de la empresa cultural es casi un pecado. En realidad no hay riesgo en abandonar las buenas costumbres (crítica complaciente, silencio público mezclado con la charlatanería en privado, etc.)… “La cultura debe revitalizarse, sin interacción que dialogue, Jujuy está condenada a ser una postal pronta a despintarse.”

Como verán, la apuesta es total. Con esta revista se queman todas las naves, no hay vuelta atrás posible.

En este número 7, que ya se puede conseguir en Salta, hay ensayos en los que predomina la temática sexual, un tema tabú que se aborda con humor y seriedad al mismo tiempo, ahondando en detalles que no suelen ser tocados por estos lugares. También hay críticas de libros y discos y hay poemas y cuentos y no falta la crónica urbana. Maximiliano Chedrese arranca “Cuenturgia” de esta manera: “La inesperada manifestación anal de la paloma, dio que pensar a Sander, filósofo barrial. La primera reflexión versaba sobre el lugar del accidente: Plaza Belgrano, a metros de la estatua. Conocido es por todos los habitantes de “ciudades con plazas con estatuas”, que las palomas no tienen el mínimo respeto histórico por los estatuados, es decir, se cagan en los próceres…”

Hay que tomar nota de los subversivos hacedores de esta revista. En la dirección están Rebeca Chambi, Edgardo “Hugo” Gutiérrez, Matías Teruel, Carlos “Tuta” Albarracín, Fernando Choque y Maximiliano Chedrese y otros integrantes del staff son Ernesto Aguirre, Gabriel Salgado y Meliza Ortiz. Desde el 2005 vienen batallando, no sólo hacen esta revista, sino que ya han conformado una editorial, que apuesta fuerte por sacar libros de jóvenes escritores. Y ya hay un par circulando.

Salta no ha tenido jamás una revista que esté a esta altura. Circularon, sí, hojitas escritas por viejos para ser leídas por un puñado de otros viejos, en las que se defendía una cultura ya espectral que ese reducido grupo tanto idolatraba; hubo, asimismo, revistas que estudiantes de letras solo editaban para que las lean sus profesores y allí no producían textos, sino que reproducían el canon universal más rancio; otras buscaron provocar con los temas, pero se olvidaron que primero hay que escribir bien; hubo algunos intentos de grupos talentosos que se separaron al mes y algunos de personas solas con revistas artesanales que están muy bien pero no pueden tener la fuerza del producto de un grupo organizado que al talento le suma un fuerte trabajo. Igualmente en la revista jujeña se ve que hay una serie de auspiciantes de sectores que no temen respaldar una publicación de esta naturaleza, sectores que en Salta le han dado la espalda a los nuevos actores sociales.

Otra virtud de Intravenosa es su presentación: la diagramación es impecable, hay toda una estética fríamente pensada a lo largo de esas 58 páginas (para los escritores esto puede parecer superficial; pero los que nos criamos en medios gráficos sabemos lo importante que es el diseño, los colores, la personalidad de una revista).

El abismo entre esta publicación jujeña y las que actualmente circulan en Salta es bestial. Estos tipos juegan en primera.
============================================================================================
Toque Jarmusch


Tres actores. Veinte días para filmar una película con sólo 11 técnicos y un presupuesto mínimo. Todo en blanco y negro. No hay grúas y la cámara prácticamente se queda quieta a lo largo de los 89 minutos que dura el film.
Un bodrio somnífero, pensará cualquiera. Pero allí, donde el más experimentado naufragaría, Jim Jarmush amalgama una poesía inolvidable. “Extraños en el paraíso” (Stranger than Paradise, 1984) es el título de esta obra maestra.

La película comienza con una muchacha de espaldas, los aviones cruzan a lo lejos, más adelante sabremos que su nombre es Eva, que es húngara y que acaba de llegar a los Estados Unidos para encontrarse con su primero. Pero cuando comienza la película es sólo una silueta con dos maletas y luego se da vuelta y empieza a caminar y la cámara la acompaña por esas calles desvencijadas y acá empieza a sonar el tema 'I Put a Spell On You', que nos llega como aullidos desesperados. En cierto modo, esta película es la historia de tres desesperados. Está Eva, que después encontrará a su primo y conocerá a su amigo, y los tres están de alguna manera perdidos en esa ciudad, aunque ellos dos vivan ahí desde hace años. Todos son extranjeros y extraños en ese pseudo-paraíso.

La película es la historia de esa incomunicación, de desencuentros, una mezcla bizarra de silencios nada incómodos y de chistes tontos y graciosos al mismo tiempo. “Jarmusch tiene poco interés en el relato en sí mismo (y de ahí el así llamado 'aire europeo' de sus films), y elige en cambio contar chistes malos colmados de derivaciones descabelladas, digresiones impredecibles, concentrándose intensamente en lo que ocurre en un momento determinado. Aunque sus diálogos tienen una cualidad espontánea e improvisada (a la manera de la escuela de los poetas de Nueva York), de hecho están elaboradamente escritos, con gran sensibilidad a los matices de la oralidad, obra de un verdadero escritor. A tal punto que algunos de sus personajes más memorables son extranjeros que luchan por dominar el inglés”, escribe Paul Auster, otro escritor que también decidió hacer cine.

Es probable que algunos los vean como desheredados, como pruebas irrefutables del futuro oscuro de la existencia y la sociedad. Sin embargo, ésta parece una lectura errónea, porque hay magia en esa tristeza, esperanza en toda la melancolía. . Es verdad que la existencia de estos personajes se nos presenta como absurda, pues están constantemente a la deriva; pero a ellos nos les importa: sus vidas no tienen sentido, no se han trazado meta alguna, así que no la sufren.

Paul Auster también habla del 'toque Jarmusch', cuando se refiere a esa “mezcla inimitable de humor inexpresivamente imperturbable, tropelías disparatadas e imágenes de exquisita factura.”

Antes de ser director de cine Jarmusch fue poeta en Nueva York. De alguna manera esto influye en sus películas, aunque es difícil precisar muy bien cómo; quizá se ve en el poco peso que tienen las historias dentro de las películas, nunca son más que pequeñas estructuras sobre las cuales se improvisan diálogos, donde los personajes están constantemente tomándose el pelo.

“Café y Cigarrillos”, una obra posterior, no es más que distintas charlas de café: dos tipos tomando un café, fumando y hablando y a veces ni siquiera hablan, porque los silencios y momentos muertos imperan; aunque hay que decir que son momentos muertos llenos de vida.

martes, 4 de noviembre de 2008

Diario de un escribidor (80)




Alejandro Kozarts

Por quién doblan las campanas. No por mí. El cerebro partido. En estas dos semanas tengo que armar una monografía sobre la transposición del libro al film de La naranja Mecánica; prefería analizar el cuento los asesinos de Hemingway, con el film de Samuel Fuller y el corto de Tarkovski (primer trabajo del director ruso); pero al final me acobardé. La Naranja Mecánica es más fácil para hacer, ya hay mucho escrito, mucho para “citar”. De lo otro no había casi nada. Además, un trabajo de expocisión para el foro de comunicaciones sociales que está preparando el isepci, voy a darle duro a la revista oligarca Salteña ABC; el trabajo ya está empezando a cobrar forma en la cabeza, tuve que ponerme a repasar teorías de la comunicación. Para el semanario, la segunda parte de la nota sobre la sinfónica, más las reseñas y una exposición sobre Edmond Cross. Y latín, siguen los prácticos y hay momentos en que todos lo memorizado parece evaporarse.

NO sé qué más reseñar. Con las películas no hay problema; pero con los textos sí, porque la idea era abordar textos salteños y lo malo es que lo último que he leído no me dice nada, no es que sean malos textos, simplemente me aburren, no me generan ni ganas de pelearme con ellos, mucho menos de recomendarlos. Volvió a salir la revista de comic salteño, Caudillos, también floja. Por suerte pasó Alejandro Luna por casa y me dejó un nuevo ejemplar de su revista, con poemas de Fernanda Salas y un cuento suyo.

Sé que estuvo el poeta Martín Maigua por Salta. Sé que se juntó a cervecear un rato con Diaz Paz y creo que con Chuqui. También pasaron el viernes los hacedores de la revista jujeña Intravenosa. Es de una gran calidad, no creo que se esté haciendo algo así en todo el NOA. Creo que están planteando los temas que hay que plantear y tienen en el staff grandes plumas (ya escribí una reseña, que no está a la altura de la revista, pero que está ahí como señal de apoyo).
La revista ya se encuentra en las principales librerías céntricas salteñas, pero se puede conocer a su gente en: http://revistaintravenosa.blogspot.com/

Sólo quiero que todo esto (léase clases, exámenes) termino de una buena vez, para poder empezar de lleno con la novela, que en cierta forma ya está empezada. Compré un cuadernito y ahí voy acumulando las frases, diálogos, armando esquemas de los personajes. Un amigo vio el cuaderno, me dijo que no puede ser que vaya a escribir la novela en un cuaderno que tiene en tapa un dibujo de homero Simpson. “Poco serio”, me dice. Esa es la idea de la novela, le digo, Homero está ahí para recordarme que no me tengo que poner salteño, o sea solemne, cuando escribo. Además, el cuaderno es para las notas, porque la idea es escribir en la computadora directamente. Stephan me carga y dice que soy capaz de sentarme a escribir la novela en la Olivetti Letrera 77 que tengo en casa; pero dudo, la corrección en máquina de escribir es demasiado agotador. Hace tiempo habíamos hablado con Luis Ferrario sobre el proceso de escritura de la novela. Ferrario tiene el comienzo y se larga, casi sin planificación alguna. Yo creo que voy a armar un esqueleto previo. Además, creo que ya sé cómo termina (aunque no sé, en un par de cuentos me pasó que iban encaminados para un lado y de repente surge una pequeña variación que obliga a replantearlo todo)


Otra vez cediendo a la mediocridad, tomando los caminos más fáciles; pero la verdad es que no tengo fuerzas para nada más o si las tengo prefiero reservarlas para otras cosas. El problema es que este cansancio me arrastra, me hunde: las últimas notas para el semanario están flojas y eso que a algunas le he puesto ganas; pero hay veces que simplemente uno no puede o no le da el cuero. Pero el trabajo de periodista a veces consiste en subir a un ring con los ojos vendados y tirar golpes a lo loco, molestar a como dé lugar.


Lecturas. Cuentos salteados y releyendo algunas cosas de Flannery O’Connor, que me ha gustado muchísimo. Salió la revista de Alejandro Luna, con una selección de los poemas de Fernanda Salas. Leyendo cuentos de manera extraña: los cuentos completos de Abelardo castillo son para leer en el colectivo cuando puedo ir a buscar a mi novia del trabajo, el de cuentos completos de Tizón para cuando voy en el colectivo a la universidad. Tengo que retomar con el de Di Benedetto, lo dejé por la mitad hace un tiempo, no sé por qué, creo que su escritura mete miedo, me asusta porque no sé de dónde salió, no le encuentro parecido con nadie.

Novedades en los blogs:
Estrella es presidenta por un día en: http://www.muymuytantan.blogspot.com/
Un gurú por un día en: http://www.elconjuro.blogspot.com/

ESTA RESEÑA LA PUBLIQUÉ HACE DOS O TRES SEMANAS. LA ESCRIBÍ ENCIMA DEL MISMO LIBRO, MIENTRAS IBA EN EL COLECTIVO A LA REDACCIÓN. NO SÉ SI HACÍA FALTA TANTA CRUELDAD. CUANDO MURILLO LA CORREGÍA, ME PREGUNTÓ: -CHE, ESTE TIPO YA ESTÁ MUERTO? NO, NO SÉ, DIJE. POR?, PREGUNTÉ. PORQUE SI YO FUERA ÉL, TE BUSCO Y TE CAGO A TIROS, DIJO.


Coplas de Cafayate


Hay mentiras que de tanto ser repetidas, ya parecen verdad. Una de ellas es que Salta es tierra de poetas. Lo peor es que esa frase, tantas veces escuchada, envalentona a todos: cualquiera puede ser poeta, se piensa.


Un claro ejemplo es el libro “Coplas de Nelson”, editado en Cafayate en 2001, por Carlos Nelson Vega.


Ya en los primeros versos Nelson dice: “Soy coplero de ocasión/y acepto el desafío/ no soy de profesión/ sólo en mi suerte confío” Esas palabras son, lamentablemente para el lector, proféticas.


Nelson hace cualquier cosa para mantener la rima, lo que sea, y eso hace que aparezcan en los versos nombres forzados, excusas baratas para mantener la rima: “Fui por una huella/ y vuelvo por un sendero/ acabo de tener vivencia/ con la espigada Fidenci”. En otra parte dice: “Apagá el candil mi Ruperta/dejame la puerta abierta…” También: “Verá dijo Zabaleta/ si n o me dan servilleta/ me limpiaré con la camiseta.” O: “Coca que estoy masticando/ preguntáme por la yisca/ que siempre vivo soñando/ con la Teresa Francisca.”


Pero no son sus versos, sino la introducción que le hace al libro lo que más deja estupefacto al lector. El libro abre con un sincericidio. “No sin temor llego a Uds. Ahora con este nuevo trabajo: unas propuestas que pretenden ser coplas… hace algunos años no me veía hilvanando versos e imaginando historias… hace unos meses dudé en saberme cultivador de coplas. No obstante, la insistencia y el aliento de unos pocos amigos terminaron por convencerme y así me lancé a esta entrañable tarea de crear con la convicción de que no debía darme por vencido antes de librar batalla”
Y Nelson emprendió la batalla y este libro es fiel reflejo de ese campo de combate; y el lector, testigo impávido de la derrota: los versos como cadáveres mutilados, esparcidos por todas partes.


Nelson continúa con la confesión (¿Cómo pidiendo disculpas por adelantado?): “Fui recogiendo los temas del amor, de la naturaleza y unos episodios de personajes imaginarios –uno es real- que rescatan nombres de la región y situaciones del medio, algunas no exentas de picardía, para nada tuve en cuenta la métrica y sí, en ocasiones, la rima.”
Ay, Nelson, para romper las reglas, primero hay que conocerlas, pero, sobre todo, hay que dominarlas.


Y como si esto fuera poco, en la página 2 se erige como inspirador. “…Mi intención íntima y última es gustar y decidir a otros escritores a crear y publicar sus trabajos…”.


En el fondo, lo que plantea no es nada descabellado. Nelson es de esos escritores que transforma al lector en hacedor. No porque contagie admiración o deslumbre con sus palabras, sino porque al terminar de leer el libro, cualquiera se empieza a dar cuenta que, de escribir un libro, jamás sería tan malo como éste.

lunes, 3 de noviembre de 2008

domingo, 2 de noviembre de 2008

No hay delivery a las tres de la mañana

Nunca supe muy bien (nada favoreció más a la paja que este siglo), la diferencia. Aguanto el hambre con la esperanza que algo venga con ello. No vienen ni los dibujos ni los faros amarillos de otoño. Ni el viento que te vuela las hojas y vuelta a empezar. Es como ser un mártir, agudizar las tripas en bien de algo supremo. Sí, supremo. Dice maría que busca los números; un marido que le sostenga el sueño. Hoy limpió toda su casa, bañó a su sobrino y en el momento en que ahogaba al crío pensó que el agua todo lo asimila. No tuvo cargos de culpa. Me mandó un mensaje Necesito cincuenta pesos. Ella dice heredar el carácter de su padre. No lo puede culpar por ser un inútil poeta mal parido, es como esa película donde la niña enloquecida enmudece frente al botiquín y se corta los pelos con un cuchillo. Y el hambre vuelve los dedos quemados. Hasta terminar embarrada en pezoncitos de semillas . Lo que devuelve el olvido es el comienzo, Ana. El de ella misma. Al año siguiente se vera ahí mismo corrigiendo el rímel. Al fin de cuentas ese será el año de la chinchilla. Mañana esperare hasta el último bocado para no olvidarme de ello.